Cuidados de las plantas

A la hora de regar, ¡con moderación! El exceso de agua es igual de perjudicial que la falta. La maceta y la tierra se encargarán de absorber el agua que pueda sobrar, pero la tierra nunca debe de estar encharcada.

En lo posible colocar la maceta en un lugar soleado por algunas horas para que la semilla germine.  A propósito, ¡sé paciente! Cada semilla es un mundo y no todas tardan lo mismo en salir a la luz.

 Llegará un punto en el cual tu planta necesite más espacio. Lo más recomendado es trasplantarla cuando desarrolle dos o tres pares de hojas “verdaderas”.  Sé cuidadoso, retira la planta delicadamente asegurando la integridad de las raíces (no tires del tallo), y trasplántala a una maceta más grande, regando abundantemente para cohesionar la tierra.